Las
publicidades a lo largo de la historia tuvieron una fuerte influencia en la
creación de estereotipos, ya sea de la mujer o del el hombre, mostrando cómo se deben comportar
en sociedad. En este trabajo intentaremos demostrar como el rol de la mujer
está abocado a lo sexual y a los trabajos de la casa, bajo el poder de una
cultura de dominio masculino.
La
publicidad es un instrumento de persuasión ligado al ámbito comercial, no solo
informa características de productos y servicios, sino que participa en la
perpetuación de valores, pautas de comportamientos y modelos sociales. Juega un
papel decisivo como instrumento de comunicación social y es capaz de conformar
modelos colectivos de valores y comportamientos.
El conjunto de principios y prácticas que buscan el aumento del
comercio, especialmente de la demanda, es lo que se denomina Marketing;
mientras que un elemento fundamental de esta práctica es la publicidad, la cual
se encarga de divulgar noticias o anuncios de carácter comercial para atraer a
posibles compradores, espectadores, usuarios, etc.
Gilles Deleuze, en su trabajo “Posdata sobre las sociedades de
control” trae a la luz las diferenciaciones que Michel Foucault desarrolló
sobre las sociedades de disciplinas y las de control, y cómo esta última fue
reemplazando a las sociedades disciplinarias.
Foucault explica que desde que las sociedades de control
reemplazaron a las disciplinarias las conquistas de mercado se hacen por temas
de control y no ya por formación de disciplinas, por fijación de cotizaciones
más aun que por baja de costos, por transformaciones del producto más que por
especialización de producción. El
servicio de ventas se ha convertido en el centro o el “alma” de una empresa.
Aquí
se deja en claro como el marketing es ahora el instrumento de control social y
forma la raza impúdica de nuestros amos. Las sociedades de control, en este
caso, a través de las publicidades
forman distintos estereotipos para influir en la masa.
Las
diferentes publicidades muestran a la mujer como objeto sexual y empleando labores
domésticos, expresando una línea fuertemente machista. Estos
estereotipos se ven constantemente en las distintas publicidades que nos
bombardean en nuestra vida cotidiana y ya son tomadas como algo normal.
Para
llegar a nuestra hipótesis, vamos
analizar diferentes publicidades, de la marca de cerveza Brahama, y de productos
de limpieza como es el caso Míster
Musculo.
En
donde cada una muestra a los distintos sujetos actuando de una determinada
manera, la cual sería la indicada para formar parte de la sociedad y no ser
aislados, según la conveniencia del producto.
El
rol de la mujer es el más afectado, ya que es puesta como un objeto sexual, ama
de casa y como una persona que solo se preocupa por verse bien y solo piensa en
temas superficiales sin darle importancia a cosas más importantes que suceden
en la vida.
De
esta manera el mercado publicitario impone un modelo de la mujer, la cual sería
la “mujer ideal”, sexi, siempre dispuesta sexualmente, ama de casa y poco
inteligente.
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